A pesar de su buena sintonía con el lobby norteamericano

Habrá a quien le pueda parecer extraño. Es verdad que Ana Palacio fue nombrada vicepresidenta del Banco Mundial por sus buenas relaciones con el lobby norteamericano. Palacio sigue manteniendo amistad con Condolezza Rice, por ejemplo. Pero esas buenas relaciones no le han forzado a mirar para otro lado cuando se trata de cuestiones de presunta corrupción.

Según ha podido saber Hispanidad, Palacio no sólo no puso palos en las ruedas a la investigación del presidente del Banco Mundial, sino que instó a que la investigación se produjese. Una cosa es la buena relación personal y otra transigir con cuestiones de supuesta corrupción. Si existe, hay que limpiar; si no existe, conviene aclarar.

Pero la izquierda no comprende este racionamiento. La izquierda es gregaria y se cree que todos son de su condición. Así que se han puesto a rascar para ver si encuentran alguna irregularidad: que si su jefa de gabinete ha ascendido antes de lo normal, que si una empleada dice que Palacio tiene una convivencia insoportable, que si se la ha visto firmar sólo como ex ministra de Exteriores. Un vano intento de rascar para concluir que la vicepresidenta del Banco Mundial, "la ministra de la guerra de Iraq" está en el alero. Y a eso se le llama periodismo de investigación…