Dentro del plan de ajuste económico, el Gobierno socialista continúa ofreciendo planes que permitan la mejora de las cuentas. Por eso el ministro de Fomento, José Blanco, ha anunciado la aplicación de un plan de ahorro y eficiencia energética en el transporte y la vivienda que pretende limitar el gasto en 11.479 millones de euros y evitar la emisión de 36,43 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
Lo que se pretende en aplicar medidas estructurales a medio y largo plazo ahorrando tanto en transporte por ferrocarril, marítimo o en vivienda. El grueso del plan va destinado a medidas en el transporte por ferrocarril. Desde el Ministerio se pretende elevar la cuota de mercado del tren en transporte de carga hasta el 10% en 2020 desde el 4% actual lo que supondrá un ahorro energético de 1.625 millones de euros. Del mismo modo se pretende elevar el número de usuarios de tren de los 400 millones actuales hasta 730 millones, evitando así la circulación de cinco millones de vehículos cada día por las principales ciudades del país. Si se reorganizara el transporte terrestre, el ahorro sería de 8.600 millones de euros.
Lo cuestionable de todas estas medidas es cómo las afrontará el ciudadano de a pie, teniendo en cuenta que los precios del AVE, con lo que se pretende ahorrar 7.000 millones de euros por el crecimiento en su uso, quedan lejos del bolsillo de muchos españoles, y parece que seguirán subiendo.
Andrés Velázquez
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