Cebrián quiere vender Digital pero Polanquín se niega

De los resultados de Sogecable pueden extraerse las siguientes conclusiones:

La primera, y más importante, es que el número de clientes de la plataforma Digital permanece estancado y, aún peor, no gastan más, gastan lo mismo. Recordemos que en España el porcentaje de abonados a TV de pago por población es, sencillamente la mitad que en Europa. Está claro que la TV de pago por satélite tiene un techo en España.

Sin embargo, las cuentas del grupo audiovisuales de Polanco durante 2007 no están nada mal. La guerra del fútbol apenas les ha afectado, y los ingresos por publicidad del canal en abierto, Cuatro, se ha disparado. Al suprimir sus amigos del Gobierno las limitaciones de Rato en la fusión digital han podido utilizar la fuerza de ventas tanto de Telefónica como de Orange. Por cierto, sería interesante saber si han colocado su autocartera en la OPA.

En resumen, las cuentas de 2007 no son malas, dentro de una línea de estancamiento del negocio que no presagia nada bueno. Todo parece indicar que la TV de pago por satélite perderá la batalla frente la TV por cable, no en España, sino en todo el mundo. El futuro está en el cable, sea en su versión de fibra óptica o en el ADSL. Y eso sin considerar que el principal enemigo de la TV por satélite no es el cable, sino la Tv en abierto. Con la TV está ocurriendo algo parecido a Internet: habiendo tanta información gratuita, ¿por qué pagar?

Por tanto, el problema es la discrepancia actual entre Javier Díez Polanco -Polanquín- y el consejero delegado del Grupo, Juan Luis Cebrián. Polanquín es partidario de mantener todo el grupo unido, mientras que Cebrián, un personaje que toda su vida ha buscado el poder a través de la presión mediática. Están empeñados en vender la plataforma de pago para poder mantener el tridente que otorga ese poder al grupo. El País, la SER y Cuatro. El resto es vendible, porque Janli Cebrián no ha nacido para vender entretenimiento, sino influencia. Por contra, para la familia Polanco, toda cuenta de resultados que ofrece beneficios, es digna de ser tenida en cuenta.

El problema, claro, es que Sogecable está inflada en Bolsa. Esto es lo que han respondido todos aquéllos a los que se ha ofrecido Digital . El primero a Rupert Murdoch, luego a Vivendi, que también exige una rebaja sustancial respecto a la cotización bursátil. También a Telefónica, claro, que siempre es el último recurso. Pero, insistimos: Polanquín evitará la venta mientras sea necesario.