Sr. Director:

Sarkozy ha proclamado "la muerte de la dictadura del mercado y de la impotencia de lo público" para dar paso al "regreso de la política". Además, advierte del riesgo de una revuelta popular mundial si la cumbre de Washington fracasa.

¡Impresionante! Por eso el presidente francés acudió a Pekín para cantarles las cuarenta a los oligarcas del Partido Comunista Chino. Les dijo que ya valía de tiranía; que sí, que su mercado era un pastelón jugoso y la mano de obra china un chollo marinero, pero que como no hicieran elecciones libres antes de fin de año promovía un bloqueo internacional que para qué contar. "¡Se acabó la dictadura del mercado!, dijo señalando con el índice a Hu Jintao, gran capo del cotarro chino. ¿Me ha entendido? ¡Y no me venga con la monserga de que son la cuarta potencia económica mundial, que a mí la dictadura del mercado me la refanfinfla!".

A su vuelta a París Sarkozy se reunió con los presidentes de las principales compañías francesas para comentarles su nueva política. Así, por ejemplo, al presidente de la petrolera Total le advirtió de que se ha acabado la patente de corso para sobornar y mantener a los gobiernos corruptos y despóticos de medio mundo (Irán, Camerún, Birmania ahora Myanmar...). "Sólo es dinero, bon ami. No merece la pena".

También va a dar un vuelco a su política africana. No más alimentar el mercado de armas, no más sostener a sangrientos dictadores como Mobutu Sese Seko y compañía y de mandar al ejército francés para poner a salvo los intereses económicos de sus multinacionales. Es verdad que un reciente informe publicado en Rwanda acusa directamente a 33 altos políticos franceses y oficiales del ejército de complicidad en las matanzas que se produjeron en ese país, pero ya aclaró en su día Mitterrand que "en países como esos el genocidio no es muy importante" (sic). (Claro, que él es uno de los señalados en el citado informe. Imaginamos que dado que está muerto, en 60 ó 70 años Garzón lo llamará a declarar).

En fin, que estamos en buenas manos, Sarkozy rehúye la demagogia, el círculo es cuadrado y mi suegra me hace muy feliz.

Miguel Gabriel Velázquez Plo

otis.tarda@hotmail.es