Objetivo: llenar de consejeros afines las grandes privatizadas. Recio se pide el BBVA y Solchaga exige Repsol además de Telefónica
Rodríguez Zapatero no renuncia a tomar las grandes empresas españolas, especialmente las 4 grandes (Endesa, Repsol, Telefónica y BBVA) producto de privatizaciones. Otras, como Indra, Altadis, Cajamadrid, también entran en sus planes, pero en una segunda etapa.
El reconocimiento de que el ex ministro de Economía de Felipe González, Carlos Solchaga, junto al ex titular de Industria (por cierto, despedido por FG del BBVA), Claudio Aranzadi, entrarán en el Consejo de Telefónica, posiblemente acompañados del secretario del Consejo Superior de Deportes, Rafael Cortés Elvira, también con el Felipismo, ya marca el camino. Hasta ahora, los socialistas apostaban por que fueran los accionistas caracterizados de las empresas que prtendían conquistar, quienes les abrieran el camino. Pero lo hicieron tan mal forzando a
Así que Pedro Solbes, vicepresidente económico, Miguel Sebastián (asesor económico de Moncloa) y, desde el Partido, "Pepiño" Blanco, secretario de Organización, al que eso de poner y quitar presidentes le provoca grandes hemorragias de placer, son los que están intentando mover la silla a los grandes con el nombramiento de consejeros afines. En Telefónica no pudo nombrar a Ignacio Santillana (de PRISA) como consejero delegado, porque Alierta se negó, por lo que ahora se decide nombrar a consejeros afines.
Por cierto, Solchaga, gran patrón de patrones socialistas, no se conforma con la vocalía de Telefónica, y solicita hacerla compatible con la de Repsol YPF, ahí es nada. Entre otras cosas, porque Solchaga ha cobrado como asesor de Telefónica y también de Repsol YPF.
Suma y sigue. Curiosamente, Francisco González, el presidente de BBVA, es el más lejano a los intereses socialistas y, en pocas palabras, el hombre al que el Gabinete Zapatero más le gustaría ver jubilado y dedicado a cuidar el jardín. Ahí entra José Aureliano Recio, socio de Solchaga y ex consejero de BBVA, incluso durante el periodo de las cuentas opacas que terminaron con
También, el que fuera ministro de Sanidad, Julián García Vargas, hoy trabajando para Mauricio Hatchwell, es otro banquero disponible, como lo es Miguel Muñiz, que fuera presidente del Instituto de Crédito Oficial y hoy consejero de Cajamadrid. Será por banquillo.
Eso sí, el PSOE está decidido a levantar el pie del acelerador: no les será tan difícil cambiar presidentes, ni por la vía de las fusiones ni por vía del escándalo: habrá que ir colocando consejeros afines.