Ambiente de cabreo en la patronal catalana Fomento del Trabajo tras la renuncia de Joan Rosell a competir por la presidencia de la CEOE. Critican que la CEOE ha hecho un daño irreparable al no apoyar a los empresarios catalanes acosados por el boicot. Estamos entre dos fuegos, argumentan. Precisamente esos dos fuegos son los que hicieron que por una parte Joan Rosell firmara el documento a favor de la reforma estatutaria y al mismo tiempo apoyara la crítica de la CEOE al Estatut.
No obstante, se equivoca quien piense que Rosell era el hombre del tripartito para tomar el control de la patronal. Rosell fue militante del PP y es probablemente el empresario catalán más crítico con el Estatut. Su batalla era organizativa, de renovación. Y buena muestra de ello es que intentará el asalto de la CEOE hace cuatro años, cuando no existía tripartito ni Estatuto.
Pero ahora existen. Y a sus ambiciones personales se suma el apoyo implícito de una Generalitat que veía en su candidatura una posibilidad de tener una pata en Madrid. Y esto, obviamente, no era del agrado de una visión centralista de la CEOE. Rosell sabía que sólo gozaría de los apoyos catalán y vasco y decidió tirar la toalla. Consolida así el hiperliderazgo de Cuevas. El debate ahora señalan en la UGT- es buscar un relevo que garantice la interlocución con la patronal.