Sr. Director:
Este sábado fui con mi mujer a ver La Pasión y, como me esperaba, no me defraudó. Sin duda, es la mejor película que se ha hecho hasta ahora sobre el acontecimiento histórico que cambió el mundo y todos los hombres. Respecto a las críticas recibidas por los diferentes sectores de la sociedad que no quieren ni hablar de una religión como la cristiana que cree en Dios hecho hombre (y que, por tanto, es escándalo para muchos y vergüenza para otros, mientras que para los creyentes es esperanza, camino, verdad y vida), son comprensibles cuando vivimos una sociedad que aborrece cualquier sacrificio, donde sólo busca el hedonismo, el poder, el tener sobre el ser. Mucho se ha dicho sobre la película, pero yo no soy el más apropiado para hacer una crítica cinematográfica. Soy un simple espectador, que suele ir al cine con frecuencia, y que, como creyente, me he sentido conmovido con una película moderna, que, aprovechando los avances de la técnica, ha sabido crear un film que no es para entretener, sino para mover corazones, que nos trasmite la buena nueva, a saber, que hace más de dos mil años Dios se hizo hombre y sufriendo (la pasión) resucitó para liberarnos de nuestros pecados.
Desde aquí quiero dar mi más sincera enhorabuena a todo el equipo y en especial a su director Mel Gibson, por su incomparable aportación tanto al mundo cinematográfico como a su obra evangelizadora, ya que gracias a esta película durante muchos años (este es sólo el principio) millones de personas verán esta película que les cambiará el corazón y por tanto su vida. Muchas gracias Mel.
José Manuel Alonso Carrasco
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