Considerando que los intermediarios de los derechos de autor son entidades sin ánimo de lucro

 

Mucha expectación ha despertado la presencia de la insigne ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde en la mañana de este jueves, cuando asistía a un desayuno de trabajo en un abarrotado hotel de la capital, organizado por el Foro de la Nueva Economía.

Después de una perorata insufrible de cifras sobre lo bien que marcha el país, por supuesto, González-Sinde se somete al temible interrogatorio de los presentes. La actitud de la ministra ha sido de una manifiesta dejadez en las respuestas, de brazos cruzados y mirando hacia abajo. Muy feo, muy poco respetuosa consigo misma, impropio de la máxima mandataria del Ministerio de Cultura. Esta chica viene a desayunar sin educación; tal vez el padre Gabilondo, el ministro de Educación, podría darle unas clases, pero él hoy no iba a desayunar. Sí acudieron representantes de la industria del cine, políticos, actores y periodistas. Muchos.

Ruido de cubiertos. ¿Cuándo? Cuando Hispanidad le pregunta su opinión sobre el pensionazo que cobrará Teddy Bautista, presidente de la SGAE, que se eleva a 24.500 euros al mes, o lo que es lo mismo, 300.000 euros anuales. Entonces a González-Sinde no le tiembla un músculo: en el actual contexto es un buen criterio. Los representantes de las empresas altas necesitan tener suficientes honorarios, bonus, aunque lo importante es fijarse en el contexto. En realidad todo esto es una anécdota, en lo que hay que incidir es en la transformación de lo analógico a lo digital, aclara la ministra para los que aún anden con dudas. ¡Como si el auditorio no supiera de qué va la vaina! Lo paradójico es que, hasta donde se sabe, los intermediarios de los derechos de autor son entidades sin ánimo de lucro Pero eso a Bautista y a González-Sinde les trae sin cuidado. ¡Vergonzoso!
José Luis Panero
joseluis@hispanidad.com