La compra de los aeropuertos británicos en 2006 no resultó tan buen negocio para Ferrovial. Hacerse con British Airports Authority (BAA), la AENA británica, suponía asumir un riesgo regulatorio: los principales ingresos proceden de las tasas y es el Gobierno británico quien se encarga de fijarlas.
Al finalizar 2009, la deuda de la compañía ascendía a 22.271 millones de euros, 9 veces su EBITDAE. Esas son las cuentas que presentaron a la Junta de Accionistas este martes. El problema es que Ferrovial había puesto todos los huevos en la misma cesta y ha visto que su negocio se ha quedado atrapado en el Reino Unido a la espera de tiempos mejores si llegan. Al frente de la compañía, la familia del Pino, Rafael, María y Marcelino, ha sumó a otros dos hermanos, Fernando y Joaquín, que inicialmente estaban alejados de Ferrovial.