Sr. Director:
¡Basta ya! Se puede leer en las pancartas de las manifestaciones de estos días en Valencia y en otras ciudades, protestando por las primeras disposiciones que ha tomado el nuevo Gobierno.

 

Con cierta perplejidad cabe preguntarse: ¡Basta ya! ¿de qué? Si sus primeras medidas van dirigidas a que autónomos y proveedores de ayuntamientos morosos puedan cobrar sus facturas, pendientes desde hace años; si han puesto límite al sueldo que pueden cobrar los altos directivos de bancos o cajas reflotadas con dinero público…

La mecha de las protestas es la Reforma Laboral. Hay que reconocer que las anteriores condiciones de trabajo eran mejores. También hay que reconocer que eran insostenibles. Cuando las circunstancias imponen un cambio de rumbo, el pueblo en las urnas, ha decidido ese cambio. Mientras se hacia más profunda la sima del desempleo, los sindicatos solo protestaban con la boquita pequeña.

Ahora, cuando el nuevo Gobierno todavía no ha cumplido ni cien días, los sindicatos, la izquierda radical y destacados miembros del PSOE ya le la gritan: ¡Basta ya! La izquierda debería ser respetuosa con la democracia, también cuando los resultados de las elecciones le son menos favorables.

José Murillo Berges