Como en todas las oleadas de los estudios del CIS, el paro y el terrorismo siguen copando los primeros puestos de las preocupaciones sociales. Sin embargo, la vivienda y la inmigración se están convirtiendo en los asuntos que más crecen en cuanto a preocupación ciudadana. Ambos temas preocupan al 22% de los encuestados en la última oleada conocida en la mañana del lunes. Curiosamente, el terrorismo internacional preocupa sólo al 0,1% de los encuestados, lo que quiere decir que en el capítulo de "terrorismo, ETA" señalado por el 52,7% de los encuestados, engloban -se supone- la amenaza del terrorismo islámico.
Por otra parte, llama la atención el pesimismo en relación a la situación económica. El 29,1% opina que la situación es peor que hace un año, frente al 10,7% que considera que es mejor. No sólo eso, sino que el 15,5% piensa que el año que viene será mejor frente a un 29% que estima que el próximo ejercicio será peor. Es decir, los españoles no nos terminamos de creer los crecimientos del 3% y el paro por debajo del 10% que propaga como éxitos el gobierno. O quizás, el crecimiento económico y de empleo afecta tan sólo a las poblaciones inmigrantes, razón por la que la inmigración supone un tema creciente de preocupación ciudadana. Por ejemplo, las becas de comedor que conceden los ayuntamientos a los ciudadanos con menores recursos son copadas prácticamente sólo por ciudadanos extranjeros.
El pesimismo económico se apuntala con el político. Un 24% de los españoles observamos la situación como buena o muy buena frente a un 25% que la consideran mala o muy mala. El 23% pensamos que es peor que hace un año frente a un 19,6% que la observa mejor. Y dentro de un año, el 19,5% prevén que la situación empeorará frente a un 18,4% que consideran que mejorará.