Thriller hispano-norteamericano que ha sido rodado en su totalidad en nuestro país, sobre todo en Madrid.Un joven empresario estadounidense, agobiado por una mala racha laboral, decide descansar pasando sus vacaciones en España, lugar de residencia actual de sus progenitores.
Pero cuando recala en la costa levantina todo se embrolla al ser secuestrada su familia, salvo su padre, quien acaba confesándole que es un agente de la CIA y que, para liberar a sus seres queridos, deberán entregar un misterioso maletín.
Thriller previsible desde el comienzo. La fría luz del día no aporta nada al género, a pesar de contar con escenas de acción bien rodadas que discurren por lugares emblemáticos de Madrid como la Puerta del Sol, Cibeles, la Plaza Mayor o la Puerta de Alcalá. Coescrita por el propio director, el francés de origen argelino Mabrouk El Mechri (de quien vimos JCVD, el desmitificar retrato de Jean Claude Van Damme), esta producción desbarra debido a unos diálogos torpes y a una dirección de actores no demasiado acertada (Bruce Willis, en su corto papel, parece de cartón piedra).
La anécdota: los residentes en Madrid, o los que la conozcan bien, pueden divertirse "alucinando" con las carreras que el protagonista (encarnado por el joven actor Henry Cavill) hace por las calles de la ciudad donde pasa de una punta a otra en segundos sin solución de continuidad.
Para: Los que vean todo tipo de thrillers y no sean exigentes
Juana Samanes