Merkel quiere convertir la UE en una economía financista liderada por Berlín.

Por otra parte, la única forma de salir de la crisis financiera actual es que los bancos puedan quebrar y los países también.
Políticos y banqueros se parecen en algo, un algo que constituye la esencia de ambos colectivos y es esto: unos y otros trabajan con el dinero de los demás. También coinciden en que ambos acostumbran a hacerles perder el dinero a los demás y a continuación piden, a los demás, que les salven de la quiebra.

La crisis económica actual, la más fuerte de los últimos 100 años, es una crisis financiera, una crisis de especulación y endeudamiento máximos, que ha hundido a la economía real. La única posibilidad de superar esta crisis no consiste en crear fondos de rescate (fondos virtuales para seguir extorsionando a los países pobres) sino en permitir que los bancos quiebren y que los países quiebren.

Sólo cuando los banqueros que trabajan con el dinero de los demás- sepan modelo Lehman, enseguida abandonado por Bush y Obama- que si especulan con el dinero de los demás y quiebran no van a ser socorridos por el dinero público, se comportarán decentemente. Y sólo si los gobernantes peores especuladores, aún, que los banqueros porque funcionan con el dinero de los contribuyentes- saben que en caso de incurrir en el famoso public dufault (quiebra de la deuda soberana) nadie les va a ayudar, dejarán de emitir deuda con la estúpida insensatez de, por ejemplo, la comunidades autónomas españolas, del ayuntamiento de Madrid (Gallardón es un feroz especulador público que paga sus deudas a largo subiendo los impuestos de los vecinos de Madrid) o del Gobierno griego.

Cuando se dice que Grecia ha quebrado se está cayendo en un error, en una metáfora peligrosa: no es el país heleno quien quiebra, sino sus bonos, que probablemente estén en manos de los especuladores internacionales -por ejemplo del Deutsche Bank-.

Sí, para que los políticos y banqueros sean responsables, para que no se repita la crisis de las subprime en Wall Street o la crisis griega, la única solución es no ayudar al país o al banco hiperendeudado.

La Europa financista que pretende Angela Merkel ahoga a los países pobres pero, sobre todo, no crear fondos de estabilización para salvar los griegos, sino para salvar a los especuladores alemanes que han invertido en deuda griega y que la burbuja financiera continúe.

En cualquier caso, lo cristiano es la Europa de la solidaridad, de la justicia social, y, además, es la única forma de construir los Estados Unidos de Europa. No por casualidad, los padres fundadores de Europa eran democristianos. Lo de Merkel, aunque líder de un partido adscrito al Partido Popular Europeo y a la internacional democristiana, no es más que la UE financista, la del egoísmo. En el fondo, no es otra cosa que plutocracia, el gobierno de los ricos. Para esa Europa, conmigo que no cuenten.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com