La economía en los países miembro de la OCDE ha crecido de media en 2010 un 2,9% -cuánto habrán crecido algunos países, pues España decreció un 0,1%-, muy por encima de los datos que presentó en 2009, cuando sufrió una contracción del 3,5%.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, este crecimiento se debió al impulso en el consumo privado que representó un 1,2% del total, así como a la inversión empresarial, que contribuyó con un 1,1%. Si se tienen en cuenta estas razones se puede comprender mejor que España se haya quedado estancada ya que justamente en esos campos España ha mostrado grandes dificultades ya que el consumo privado ha descendido drásticamente y ha crecido el ahorro, y la inversión empresarial ha sido muy limitada, en parte por la dificultad para acceder al crédito.
Juan María Piñero
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