Además de la deuda pública, otro de los quebraderos de cabeza para la economía española es la deuda privada, aunque no se le haga mucho caso. A finales de 2010, el endeudamiento de las familias rozaba casi el billón de euros (957.706 millones de euros), un 1,1% más que a finales de 2009. Esta cantidad equivale al 95,77% del PIB español.
Pese a este crecimiento, el último trimestre no fue el peor, ya que en el cuarto trimestre la tasa de deuda descendió un 0,3% en comparación con el período anterior. Las características que marcaron el endeudamiento familiar fueron el descenso de los préstamos a corto plazo y la contención de la financiación a largo, mientras que los créditos comerciales crecieron.
Los préstamos a corto plazo disminuyeron un 11,7%, siendo 33.807 millones de euros, mientras que los préstamos a largo plazo se mantuvieron estables durante 2010 en 868.300 millones de euros. Esta tendencia se rompió con los créditos comerciales que se casi se duplicaron hasta los 17.551 millones de euros.
Con esta situación el Banco de España estima que la riqueza financiera de los españoles ha disminuido de manera leve durante 2010 en tasa interanual (-0,8%).
Andrés Velázquez
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