La última encuesta de Comres, recogida por el diario británico Daily Telegraph, otorga a los conservadores británicos una ventaja de 18 puntos respecto a los laboristas.
Probablemente, el Partido Laborista británico es la formación política gobernante que más está sufriendo los efectos de la crisis económica en Europa. El partido liderado por el primer ministro, Gordon Brown, que lleva gobernando desde 1997, está viviendo una de las mayores crisis de su historia.
La encuesta de Comres refleja que si hoy se celebraran elecciones generales en el Reino Unido, los conservadores liderados por David Cameron obtendrían el 42 % de los sufragios, además de una gran mayoría en la Cámara de los Comunes, mientras que los laboristas obtendrían el 24% de los votos, una diferencia abismal. Es decir, igual que en España, donde el paro se ha disparado más que en Gran Bretaña pero donde Zapatero sigue teniendo mucho más tirón que el jefe de la oposición, Mariano Rajoy.
Además, la división dentro del partido de Brown -recordemos que hace escasos meses dimitieron un gran número de sus ministros- ha hecho que el voto más liberal se haya dividido y esto ha generado que, según la precitada encuesta, la tercera fuerza, los liberal-demócratas obtendrían el 18% de los votos, además del ascenso de partidos minoritarios como los verdes que se llevarían el 8% de los votos.
Además, lo peor para los laboristas es que su líder Gordon Brown no inspira confianza en su propio electorado dado que, según el estudio de opinión, tan sólo el 59% de los votantes laboristas daría su voto por el actual Primer Ministro, mientras que el 94% de los votantes tories otorgarían su confianza a David Cameron.
Evidentemente, la razón principal de la caída de los laboristas es la crisis económica y la incapacidad del partido gobernante para proponer medidas eficaces contra la crisis.
Gabriel López
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