Misericordia. Este es el concepto de moda entre la clerecía progresista. Estos días, hablando de la comunión para los divorciados, se ha hablado mucho de piedad en Roma. Ya saben, por piedad y mucha misericordia, hay que impartir la comunión a los separados y vuelto a casar, quienes viven en situación de rebeldía frontal contra la ley de la Iglesia, que es la Ley de Dios Iglesia. Y si no les permites acercarse a comulgar -conste que lo hacen constantemente- resulta que eres cruel y despiadado, mezcla de Nerón y Atila o de Hitler y Mao Zedong.
Pues miren ustedes, si la Iglesia cede en la comunión a los divorciados vueltos a casar, estamos abocados a la batalla eucarística, que será la batalla final. No sé si mejorará la misericordia del hombre con el hombre pero desde luego se va a ir al garete la misericordia del hombre con del creador. En la discusión sobre el aborto casi nadie habla del niño y en la discusión sobre la Eucaristía nadie habla de Dios. Los protagonistas no aparecen en estos debates.
Usted no puede condenar a un hombre por el hecho de vivir con una pareja en situación irregular. Es de lo más habitual (en efecto, es habitual pero no normal, porque lo normal es lo que se atiene a la norma).
Pues no sé por qué no. A nadie se le obliga a ser católico, pero si lo eres por libérrima voluntad, entonces estás obligado a comportarte como tal. Y si no estás de acuerdo con el magisterio, pues abandonas la Iglesia y en paz.
Chesterton, siempre actual, aseguraba que "para la moral cristiana resulta infame declarar que un hombre está condenado pero resulta estrictamente religioso y filosófico decir de él que es condenable". Si no hay infierno tampoco hay Cielo, tampoco hay justicia, tampoco hay moral, tampoco hay Dios. La misericordia es la paciencia infinita de Dios con el hombre para que cumpla su ley, no la modificación infinita de la ley de Dios a medida de los caprichos del hombre. El que vive en situación irregular primero debe abandonar su situación y luego pedir la comunión, no al revés. Tal como hablan algunos miembros de la jerarquía eclesiástica (y no seré yo quien cite nombres en un diario electrónico sino quien anime a rezar por ellos) se diría que confunden la misericordia de Dios con la traición a Dios. Eso, que para ser misericordioso con el hombre primero hay que ser piadoso con Dios.
Y termino con otra cita de Chesterton, traída de otra cuestión distinta pero que viene al pelo, acerca de cómo tratamos a Jesús Sacramentado en el mundo actual y en el actual Consistorio romano y el famoso asunto de permitir que los divorciados comulguen: "Si queremos, como los santos orientales, conformarnos con admirar lo bien que están todas las cosas, nos conviene predicar que todo va bien. Pero si lo que pretendemos es hacer andar bien al mundo, entonces insistamos en que anda mal".
¿Anda bien hoy el respeto y el amor a la Eucaristía No, la Eucaristía es profanada de continuo, el sacrilegio contra el Santísimo hecho pan y vino es el pecado de nuestra época, perpetrado, incluso, por personas muy pías. No lo digo yo, lo dicen las revelaciones privadas y la jerarquía pública… en privado. También lo dicen los registros del Ministerio del Interior, pero su lectura es un tanto difícil: robar formas consagradas no es un delito civil: tan sólo se trata de un trozo de pan. Como mucho, allanamiento de morada. Entonces, prediquemos que todo marcha mal: menos misericordia con el prójimo y más amor a Dios, que de esto vendrá aquello, no al revés.
Y en cualquier caso, luego está el problema de las continuas faltas de respeto, también por parte de sacerdotes, al Habitante del Sagrario. Así que no sé si algunos clérigos con mando en plaza están corriendo con mangueras a las inundaciones y con barcazas a los incendios. ¿De verdad es este el momento de hablar de comunión para los divorciados y no del sacrilegio permanente, que camina con paso firme hacia 'la abominación de la desolación'
Y tampoco sé si otros clérigos, y otros laicos, no es que caminen en la dirección equivocada, no es que yerren sino que eso es justamente lo que desean hacer. Pero sólo es una sospecha, que conste.
¿Comunión a los divorciados No, gracias.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com