La CNMV sigue aspirando al modelo anglosajón de supervisión. Un modelo basado en un doble edificio gemelo en el que un organismo, en el caso español el banco de España, realizará la supervisión prudencial de todas las entidades del mercado. El otro organismo, la CNMV, velaría por la supervisión de las conductas del mercado. La CNMV perdería supervisión sobre fondos, pero ganaría poder en el control de las conductas de los bancos. Y sobre todo, según este modelo, la Dirección General de Seguros desaparecería.
Era el modelo Solbes. Pero le estalló la crisis. Así que todas las reformas han quedado pospuestas. Actualmente no hay nada; hay un retraso en el calendario; los tiempos van a tener que ser modificados por los acontecimientos sobrevenidos, reconoce el vicepresidente de la CNMV, Fernando Restoy.