Tras el reconocimiento de la crisis de Grecia, todos los ojos se fijaron en España y a una bolsa que ya estaba en caída le sobrevino una tormenta que dejó temblando a la práctica totalidad del Íbex. Así, en lo que va de año, el selectivo ha perdido un 25,7% de su valor, más de una cuarta parte. Otros índices, cuyos países gozan de mejor imagen, han caído en menor medida. El CAC40 desciende un 12,4%, el FTSE un 6% y el Dow Jones un 5%. Algunos como el Dax ya crecen ligeramente (0,5%).
Algunas empresas han resistido mejor, como es el caso de Inditex. Otras se han visto severamente castigadas. Los bancos españoles han pagado la desconfianza de los mercados, que tienen muy en cuenta la cartera de deuda con la que estos cuentan, pero valoran poco su solvencia y el hecho de que ninguno de ellos ha necesitado ser rescatado.
En el caso de Sacyr, la acción ha caído un 47% en lo que va de año y su capitalización ya no cumple los criterios para permanecer en el Ibex. Este jueves, la compañía es junto a Banesto una de las candidatas a salir de la lista de los 35 valores más representativos, a la que previsiblemente se unirá Amadeus.