Los franceses perderán posiciones en Agbar y las ganarán en el futuro grupo energético de La Caixa
Cuatro meses atrás Antonio Brufau, presidente de Repsol YPF, dimitía como consejero del grupo francés Suez, ahora en proceso de fusión con Gaz de France. Su amigo, el presidente de Suez, Gérard Mestrallet, sabía perfectamente por qué. Los franceses, aliados eternos en La Caixa, han llegado a un acuerdo con la entidad catalana: quieren participar en el consorcio energético que prepara (en principio formado por Repsol YPF, Gas Natural y Fenosa, pero no olviden que los portugueses de EDP podrían entrar en el ajo) y que sería la primera energética integral de España.
La mejor manera de hacerlo es entra en el capital de Gas Natural, clave en la operación. A cambio eso, sí, Suez pierde la primogenitura en Aguas de Barcelona, pus no era un fifty-fifty entre españoles y franceses, porque los galos controlan Hisusa aunque se venda como una participación paritaria. Bueno, lo controlaban hasta hace un mes, tras la operación compra de la participación de Juan Abelló.
Ahora la pregunta es: ¿Suez quiere participar en el futuro grupo energético, o quiere participar en la gestión?