El artista Krahe acudió este martes al juzgado de Colmenar a declarar como imputado por el delito de herir los sentimientos religiosos presentada por cerca de 4.000 ciudadanos tras la exhibición en Canal de un video sobre cómo cocinar un Cristo. Las denuncias son tan voluminosas que ocupan ya los 9 tomos
La situación judicial es algo compleja, porque el Fiscal informó que el juzgado nº 1 de Majadahonda había seguido un procedimiento por los mismos hechos, archivando el caso. Por error administrativo, Majadahonda no derivó la demanda que llegó a su juzgado al de Colmenar, que es quien estaba conociendo de las causa. Las otras 4.000 denuncias en cambio, sí que han sido acumuladas.
Siguiendo el principio de que nadie puede ser juzgado por la misma cosa dos veces, la defensa de Krahe tratará de argumentar que estando la cosa juzgada y archivada, no da lugar al juicio de Colmenar, explican los letrados del Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro que llevan la acusación. No obstante, al tratarse de un error, cabe argumentar nulidad en el juicio de Majadahonda. Y en todo caso, dado que en el caso de Majadahonda sólo fue imputado Krahe, cabría seguir con un procedimiento donde están imputados también los responsables de la productora del video blasfemo y de la cadena de televisión que lo emitió.
Así están las cosas. Aunque de momento Krahe ha optado por no declarar con la esperanza de que la tormenta amaine. Esperemos que la Justicia sea por una vez justa y aplique de una vez la previsión del artículo 525 del Código Penal. En caso contrario, algunos empezaremos a pensar que vivimos en una democracia formal con una Justicia formal en la que algunos artículos no dejan de ser formalidades sin aplicación práctica.