Sr. Director:

Talento, bendita aptitud. Me estoy empezando a hartar de leer artículos en los que se habla de que las empresas intentan retener el tan apreciado y anhelado talento.

Cada día observo una situación aparentemente contradictoria tanto en mi caso, como en personas de mi entorno y de mi misma generación. O bien estos artículos no reflejan la realidad, o son un bienintencionado conjunto de recomendaciones a seguir. Si el caso es este último, supongo que tan sólo el tiempo, la lógica y quizá una progresiva adopción de ciertas pautas empresariales acercarán poco a poco los intereses de las personas a los intereses de las empresas.

En mi modesta opinión ambas cosas nunca deberían estar una enfrente de la otra, sino que, sin ánimo de coincidir o superponerse, sí deberían caminar de forma paralela a una distancia no demasiado grande. Soy un joven de la generación Y, nacido en el 81. Licenciado en ADE y con un master en internacional (en inglés). He trabajado en el extranjero y en España en 4 empresas pequeñas, medianas, y en la actualidad en una multinacional. Hablo inglés de manera fluida y tengo un nivel intermedio de alemán (que sigo estudiando).

No me estoy "tirando flores" sino describiendo mi perfil, que es muy similar al de mucha gente de mi edad. Pues bien, creo que hasta ahora ninguna empresa ha intentado retenernos. Estamos deseando que intenten retenernos, pero de hecho nos sentimos casi empujados día tras día a buscar otro sitio en el que trabajar. Las razones son variadas y no muy alejadas de lo tristemente habitual: -El jefe: Casi siempre es el motivo principal de la huída de los jóvenes hacia adelante. El choque generacional, divergencias en la visión de la empresa y últimamente muy a menudo el miedo. Quizá suene al consuelo de un vencido, pero si uno lo mira de forma objetiva tal vez pueda ver algo de miedo en su superior.- Salarios bajos: empezar cobrando 900 euros/mes y tras 4 años en diferentes empresas cobrar 1.000/mes es algo muy habitual. ¿Cuándo dejamos de ser "Junior"? ¿Los 1.000 euros/mes son el salario de un Junior o cuando tengamos 38 seguiremos así?

Las actitudes y aptitudes no se reconocen: Tu energía y autoestima se va marchitando y no tienes ganas ni siquiera de ascender en esa empresa e intentar cambiar las cosas que crees que no funcionan. Todo esto conduce en el peor de los casos a un despido interior precoz. No has llegado a los 30 pero mentalmente te pareces a un quemado de 48 años. Los que nos critican sacarán enseguida la acusación de que somos jóvenes mimados y que no tenemos capacidad de sacrificio, pero firmamos hipotecas de 1.400 euros al mes durante 40 años, a pagar entre dos sueldos mensuales de 1.000 euros.

¿Acaso esto no es espíritu de sacrificio? Por supuesto que lo tenemos, pero necesitamos ver luz al final del túnel, necesitamos pensar que obtendremos algo a cambio de ese sacrificio. Cuando era pequeño mis padres me llevaban al circo.

Una foca giraba sobre su pelota de colores cuando un voluntario le tiraba una sardina. Siento que no dejo de dar vueltas, pero a mi nadie me tira mi sardina. Generación Y

Matías Fernández

matiasfernandez@hotmail.com