Sería el primer viraje pro-nuclear de Zapatero, algo que todo el sector eléctrico considera ineludible.

El plan presentado por las dos eléctricas españolas pasa por alargar la vida de las actuales centrales de 40 a 60 años e incluso instalar nuevos reactores en los actuales emplazamientos. Para ‘venderlo' políticamente, la vuelta a la energía nuclear reforzaría la actual apuesta por las renovables. Fenosa, EON-España y EDP también apoyan la petición de las dos grandes. Sin embargo, el portavoz parlamentario del PSOE, Ramón Jáuregui ha advertido que la política nuclear no cambiará en toda la legislatura
La obsesión antinuclear de Rodríguez Zapatero empieza a encontrar brecha hasta en su propio partido. No es un secreto que Felipe González, el hombre de la moratoria nuclear, considere imprescindible terminar con la moratoria, pero tampoco lo es que el ministro de Energía, Miguel Sebastián, ya no puede mentir más: es un partidario de la nuclear y todo el mundo lo sabe.

Pues bien, Iberdrola y Endesa, o para ser más exactos, Iberdrola y ENEL, lo tienen muy claro: se ha dirigido al Gobierno para que cambie de política. En concreto, piden que se permita la central de Santa María de Garoña ampliar su ciclo de vida de 40 a 60 años, una decisión que debe tomarse ya mismo. Una vez abierta esa puerta, el objetivo es abrir, no nuevas centrales pero sí nuevos reactores -la distinción es básica- en los mismos emplazamientos actuales, para evitar polémicas innecesarias.

El plan de Iberdrola y ENEL, pues Acciona está más interesada en marcharse en 2010 con todo el parque eólico, es apoyado por el resto de empresas, incluidas las nucleares: Fenosa, EON-España y EDP-HC.

Además, para convencer a una opinión pública ya vapuleada por la propaganda antinuclear, las eléctricas proponen mantener el plan de primas a las renovables. No olvidemos que para que un parque eólico sea rentable debe tener detrás una nuclear u otras plantas de producción intensiva de energía.

La unanimidad en el sector y las grietas en el PSOE llevan a pensar que el cambio es ineludible. Sin embargo, el secretario del grupo Parlamentario socialista Ramón Jáuregui insistía hoy en que no habrá cambios en la política nuclear en toda la legislatura. En ese caso, Garoña se cerraría, porque su periodo de vida vence el próximo año.