Un hacker introducido en los archivos de la IPCC, organismo de la ONU dedicado al estudio del cambio climático, da a luz el mayor escándalo científico que se recuerda.
Los creadores del dogma del calentamiento global han sido puestos en entredicho. Sus correos electrónicos revelan un complot, con manipulación de temperaturas y de la aplicación del método, supresión de datos inconvenientes, el boicot a los disidentes, presiones a los escépticos. Un ejemplo: Michael Mann explica cómo destruir una revista que ha publicado documentos científicos sobre el clima contrarios al calentamiento; en otro correo, promete contactar con la BBC para averiguar por qué permitió una opinión vagamente escéptica.
Otro se queja de que un artículo cuestionando la teoría del calentamiento obstaculizará su esfuerzo para sacarle dinero a Siemens. ¿En manos de quién estamos? En las de aquellos que quieren operar en el mundo como sus dueños dictando las normas de convivencia y poniendo tasa a la reproducción humana. Porque, recordemos: según estas teorías el mayor problema es el hombre y sólo reduciendo la población mundial podremos salvar el planeta. Otro engaño de la élite del Nuevo Orden Mundial coordinada desde los medios de comunicación en su poder.
Isa Planas