El plan de Rodrigo Rato para reflotar las siete cajas de ahorros agrupadas en Bankia tiene tintes americanos. Veamos: lo que saldría a bolsa -podría ser en junio, pero lo más lógico es que sea en septiembre-octubre- será Bankia, el banco bueno. En principio, según explican a Hispanidad en la propia entidad, se trataría de sacar a bolsa hasta un 25% del capital. El propietario de Bankia es Banco Financiero y de Ahorros (BFA), que se quedaría como propietario del 75% de la entidad.
Ahora bien, lo más difícil es que los fondos institucionales que van a invertir valoren la nueva cotizada en no menos de 12.000 millones de euros. Problema: los fondos exigen que toda la inversión en ladrillo -suelo y promociones- se compute a cero. Por tanto, Rato pretende excluir de Bankia la cartera inmobiliaria, que supone más de 40.000 millones de euros, o al menos una porción de la misma, en un banco malo, que podría ser el propio BFA.
Por ello, Rato cuenta con que ese 'banco malo' no sea tan malo. Dispone de más de 9.000 millones de euros, a los que habría que añadir las provisiones con las que ya pertenecía. Si el mercado inmobiliario repunta, y puede repuntar, a lo mejor incluso podrían aflorar provisiones.
En cualquier caso, Bankia resultaría mejor valorada, que es lo que se pretende. El modelo banco bueno-banco malo gusta especialmente a don Rodrigo pero, mire usted, a la fuerza ahorcan. Además, insiste en que no tiene por qué resultar malo.
Y todo ello, contando con el fichaje del consejero delegado. A ver si nos entendemos: Bankia no está buscando un CEO, o al menos no ha dado mandato alguno para hacerlo. Además, casi mejor cuando todo el proceso de salida a bolsa esté concluido. Las decisiones estratégicas las seguirá tomando Rato, en calidad de presidente ejecutivo, mientras que para el CEO se reserva el día a día en lo que aspira a ser el tercer grupo bancario de España. Y ojo con las fechas dado que seguramente saldrán después de Caixabank.
Pero sí está pensando en nombres. El mejor situado es José Ignacio Goirigolzarri, a quien Francisco González (FG) prejubiló en el BBVA porque le hacía demasiada sombra. El pacto de salida de Goiri con el BBVA le obligaba a no trabajar en ninguna entidad financiera durante un periodo de dos años, lapso que vence el próximo 29 de septiembre. El prestigio de Goirigolzarri sigue incólume, especialmente en banca comercial.
Otros aspirantes son Enrique García Candelas, responsable de banca comercial del Santander, baluarte del Santander pero con pocas posibilidades de medrar, el discreto Juan Asúa, responsable de España y Portugal en BBVA y un hombre con prestigio de reflotador de entidades en dificultades, Luis Carrera, antiguo director general de Caixanova.
Algo sí se ha avanzado: Rato ha conseguido que la conjura, especialmente del PSOE y del gobernador del Banco de España, el socialista Fernández Ordóñez, empeñados en que fracasara y en nacionalizar Bankia, parece conjurada. Y eso que Bankia afronta otro problema, el laboral, que le va a salir caro: más de 3.000 empleados del Grupo han aceptado prejubilarse, con un 95% del salario, y a partir de los 54 años. Entre ellos Rafael Spottorno, director general de la Fundación Caja Madrid y antiguo secretario general de la Casa Real, a quien SM Juan Carlos I colocó en la caja durante la etapa Miguel Blesa.
Eulogio López
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