Los ecologistas aprovechan para pedir el cierre definitivo de la instalación que debe renovar el próximo 7 de julio Los ecologistas de Greenpeace han aprovechado el segundo incidente de Garoña para pedir el definitivo cierre de las instalaciones. Así, sin paliativos. Da igual que el incidente haya tenido nula incidencia en la seguridad personal y medioambiental como reiteraba en la mañana de este viernes el portavoz de la central. Da absolutamente igual. Lo importante es que hay que aprovechar que el Pisuerga pasa por Garoña para apuntalar la decisión del Gobierno de clausurar la instalación.
Antes del 5 de junio, el Consejo de Seguridad Nuclear deberá de emitir un informe motivado en el que justifique su posición a favor o en contra del cierre de Garoña. La decisión debe de tomarse por el Gobierno antes del 5 de julio. Será entonces cuando se marque tendencia de lo que pueda ocurrir a partir de entonces.