Así es como el presidente del BBVA, Francisco González, explicaba en la mañana de este viernes la operación de compra del banco norteamericano Compass Bancshares. FG califica la operación de "oportunidad histórica" y de "la mayor operación realizada nunca por el banco". En el haber, la entrada en el mercado del sur de Estados Unidos, un mercado con mucha población hispana donde el BBVA puede desarrollar el magnífico negocio al por menor que ya desarrolla en México con el Bancomer. La filial mexicana del BBVA constituye la mejor operación realizada hasta la fecha.

Además, con la compra de Compass, el BBVA le come la oreja a su inmediato competidor, el Banco de Santander. Su consejero delegado, Alfredo Sáez mira al mercado americano con auténtico deseo, sabedor de sus enormes posibilidades. Y por si fuera poco, señala que algunas de las posiciones de su competidor en Hispanoamérica son "envidiables".

En el debe, sin embargo, quizás el BBVA haya comprado caro. Los 7.410 millones de euros desembolsados son dinero, o al menos así lo ha interpretado el mercado que ha castigado al título.

Por otra parte, FG ha anunciado su intención de vender el 5% que posee en Iberdrola, llevándose a casa unas plusvalías de 1.000 millones de euros. Una excusa, señalan los analistas, porque en el fondo, FG se retira de la pelea energética en la que no quiere estar para ir a mercados más confiables, metiéndose en el bolsillo una plusvalía de escándalo producida al calor de los movimientos. El último euro que lo gane otro. Y además, el compromiso del BBVA con la industria ‘vasca' hace mucho que fue abandonado. Exactamente desde la llegada de FG a la presidencia.