Por todas partes veo anuncios de Nueva Era. La New Age o Nueva Era hunde sus raíces en la Sociedad Teosófica, que fundó en Nueva York la rusa Helea Blavtsksky, espiritista (comenzó con los masones y en medio de ellos, dice Isabel Vidal de Tenreiro).
Su tercera Presidenta, Alice Bayle, fundó el «Trust de Lucifer» (Ahora, Lucius Trust). Con capa de religiosidad, aparentemente compatible con todas las religiones, la Red de la Nueva Era se extiende por América y el occidente europeo en miles de grupos (Yoga, Control Mental Silva, Taichí, Reiki, etc.) y atrae a no pocos cristianos, que, poco a poco, van perdiendo la fe sin que se den cuenta.
La New Age es algo difuso: una nueva filosofía, una nueva religión, una nueva terapia, una nueva músicaNueva Era con el hinduismo y el budismo sobre todo, es a base de concentración. Lo que no puede aceptarse como compatible con la doctrina cristiana- afirma don Manuel Guerra- es la ideología que está detrás, siendo lo psicotécnico el anzuelo para que piquen y dejen de ser católicos. Tardan un año o dos en hablar de panteísmo, y tres o cuatro en hablar de reencarnación de las almas, y poco a poco uno se va haciendo y deja de tener, aunque vaya a misa, mentalidad cristiana y tiene mentalidad no cristiana, pagana o de Nueva Era. Por algo la Santa Sede no quiere esos grupos en centros católicos.
Como dice el sacerdote don Manuel Guerra, miembro de RIES (Red Iberoamericana para el estudio de las sectas), en el Cristianismo está la ley de la gratuidad, es Dios el que nos ama, y nosotros tenemos que abrirnos a ese amor de Dios y, por tanto, pedir.
En lugar de te voy a enviar energía positiva o negativa (lo de negativa no suele decirse), voy a pedir a Dios, a la Virgen, para que te conceda esto, y procurar extasiarnos ya en esta Tierra ante la Belleza, la Verdad y la Bondad de Dios.
J. R. Garlito