Él apoyaría desde dentro la opción alemana. La obsesión de Pérez contra Galán puede dar al traste con el campeón nacional de la energía. Es el momento más delicado: en campaña electoral, el Gobierno no quiere otra batalla Endesa, donde se dejó muchos jirones de imagen europeísta. La acusación de intervencionismo en campaña electoral puede ser peligrosa. La verdad es que ACS ya ha tirado la toalla en la fusión Iberdrola-Fenosa y en la utilización de Endesa como ariete contra Galán. El gran problema de E.ON: conseguir 80.000 millones de euros en plena crisis crediticia

El presidente de la constructora ACS, Florentino Pérez anima a los alemanes de E.ON para que lancen una OPA sobre Iberdrola. La historia ya la hemos contado en Hispanidad: la empresa de Düsseldorf ha reactivado sus instrumentos en España, especialmente los jurídicos y de imagen, para ingresar en España, tas el fiasco de Endesa. En primer lugar se dirigió a Florentino Pérez para comprarle su participación de control (40%) en Fenosa. Fenosa ya consolida con ACS, y, lo que es más importante, Pérez ya ha tirado la toalla: sabe que la fusión entre Fenosa e Iberdrola no es posible, entre otras cosas porque al Gobierno no le parece la mejor idea y no está dispuesto a modificar la normativa.

Por eso, Pérez anima a Wulf Bernotat, presidente de E.ON para que lance una OPA sobre Iberdrola, contando con que él sería su aliado, y le apoyaría con su 13% (eso es lo que dicen los March y los Albertos, aunque el presidente de Iberdrola, Ignacio S. Galán, reduce el porcentaje hasta el 7,5%). En el fondo, Pérez siente tal obsesión contra Galán que repite la misma técnica que intentó con la francesa Suez y con La Caixa, por cierto con escaso éxito.

Sin embargo, E.ON sólo compra el 100 por 100 y mediante deuda. Los alemanes consideran que comprar Iberdrola exigiría poner sobre la mesa no menos de 80.000 millones de euros, lo que representaría un fortísimo endeudamiento para una empresa que vale en bolsa 91.000 millones de euros (ver cuadro de capitalización de las grandes eléctricas europeas), pero asumible, si consideramos que consiguió más de 30.000 millones de euros de financiación para Endesa, en el mor crédito sindicado de la historia financiera europea del momento.

Ahora resultaría más difícil, en plena crisis crediticia, pero no imposible.

Además, los asesores de E.ON, y el propio Florentino, insisten: advierten que éste es el momento, en pleno periodo electoral. Moncloa se va a negar a perder a su único campeón nacional, el más pujante, pero no jugar de nuevo el papelón intervencionista -y anti-europeísta- de Endesa donde, encima, le salió el tiro por la culata. Con tal de fastidiar a una empresa privada alemana metió en el gallinero a una empresa pública italiana. En periodo electoral, ningún líder político quiere librar una batalla tan crispada.

De lo que no cabe duda es que Florentino Pérez es un grandísimo patriota.