El secretario general de CCOO se ha convertido en uno de los mayores críticos de la política económica de Zapatero

Es conocido que las relaciones entre el Gobierno y los sindicatos no son buenas. Tanto Méndez como Fidalgo han presionado en varias ocasiones para que el Gobierno reconduzca su obsesión antinuclear. Incluso el secretario general de CCOO se permitió calificar de "adolescente" al presidente Zapatero en un acto público celebrado recientemente en el CES. Eso es lo que dice en público, porque en privado los epítetos suben de tono. Preferimos no reproducirlo.

Pero el caso es que Fidalgo -como Méndez y Solbes- tiene el peor concepto de Zapatero. Y claro, con estos mimbres no es posible avanzar en el diálogo social ni en una política económica razonable.