Botín insiste: no intervendrá en una OPA contra BBVA, pero está dispuesto a contraopar si se produce una oferta de terceros sobre el banco vasco, especialmente si es foránea. Por ello, Francisco González ya no busca un HSBC que le compre, sino un Barclays, o incluso un Lloyds, para un matrimonio paritario. El nuevo gobernador, Fernández Ordóñez, pregunta mucho por el banco de FG. Esta vez no será Miguel Sebastián, sino Solbes, quien capitanee la operación de acoso a FG
Como aseguran en el Banco de España, el Gobierno Zapatero no pretende conquistar el BBVA, ni mucho menos trocearlo. Lo que quiere es acabar con su presidente, Francisco González (FG), que no es lo mismo. Por ello, el intento de OPA conjunta entre Sabadell y Santander contra el banco con sede en Bilbao para repartirse luego los activos, proyecto planteado por accionistas y directivos del Sabadell, no ha prosperado. Por eso, y porque la postura de la pieza clave, es decir, del presidente del Santander, Emilio Botín, tanto ante las voces que le llegan de Cataluña como de la vicepresidencia económica, es muy clara: Botín no va a entrar en una guerra fraticida contra el segundo banco del país, pero sí promete al Gobierno algo que tiene mucho sentido. El cántabro está dispuesto a contraopar si surgiera una oferta sobre el BBVA, especialmente si se trata de un banco extranjero.
En el entretanto, FG busca su tabla de salvación. Lleva haciéndolo desde el 14 de marzo de 2004 y ha tanteado todas las posibilidades, confundiendo de paso a todo el mercado. Por ejemplo, el pasado miércoles BBVA volvió a dispararse al alza ante el rumor que asignaba al Citigroup unos inconmensurables deseos de tragárselo. Pero la verdad es que un banco norteamericano protegería con muchos más problemas que otro europeo. Los alemanes, que hoy blasonan de ser los más liberales de Europa, hicieron sonar las campanas cuando el mismo Citigroup se preparaba para opar a Deutsche Bank. El gobierno alemán amenazó con fusionar los cuatro grandes bancos germanos para hacer frente a los yankis.
No, González busca una entidad europea. Ya antes de que llegaran los socialistas, su ilusión eran los dos grandes bancos holandeses, ING y ABN, a los que hay que reconocer una gran complementariedad. Son bancos muy presentes en Europa y Asia, mientras que BBVA aportaría Iberoamérica. De hecho, cuando FG logró expulsar a Emilio Ybarra de la copresidencia, su primer plan consistió en obtener capital suficiente para estas megaoperaciones a costa de vender las participadas industriales.
Ahora bien, con Zapatero en La Moncloa las cosas cambian. FG ya no busca crecer y ser un gran banquero, sino sencillamente librarse del acoso monclovita. De todos los presidentes nombrados por Aznar y Rato, FG es al que el PSOE considera menos capaz y más peligroso. Vamos, que le tiene muchas ganas.
Por eso, FG se plantea todas las bazas, también la de ir no a una fusión, sino a una absorción. Su primer objetivo fue el HSBC, tercer banco del mundo, que vale tres veces lo que el BBVA. Por cierto, es curioso que ahora toda la prensa hable de HSBC cuando en Hispanidad llevamos haciéndolo desde hace seis meses y se nos está negando una y otra vez. De la misma forma, ahora se niega la operación Sabadell-Santander que, con sus correspondientes variaciones, el descarte de Botín, aún continúa en vigor.
Con el HSBC FG no pretende ser un gran banquero, sino retirarse con todos los honores sin haber sido derrotado por Zapatero. Por ello, plantea a los ingleses una fusión por absorción, con dos condiciones: él permanecería como copresidente de la entidad fusionada durante dos años y luego se retiraría; por otra parte, HSBC tendría que pagar entre un 20 y un 25% de prima sobre la cotización del banco vasco. Por el momento no han llegado a acuerdo alguno, pero sí es cierto que en la sede de HSBC se llegó a estudiar un informe por el que el banco estaría dispuesto a ofrecer 21 euros por acción en un momento en el que el BBVA cotizaba a 17,5 euros por título. Esto ocurrió durante los primeros días de septiembre. Ahora el BBVA está en los 18,77.
Respecto al calentón de la acción de hace dos semanas tras el rumor de un acuerdo con Société Générale y el del pasado miércoles con el Citigroup por bandera, tienen toda la apariencia de ser calentones provocados por la propia entidad para aumentar la capitalización.
No, ahora con quien negocia FG es con otra entidad inglesa, Barclays Bank. El banco cuáquero es mayor que el BBVA. Ahora mismo la diferencia está entre 63.000 y 67.000 millones de euros, aproximadamente un 6%. Estamos pues en la teoría de la paridad o de la cuasiparidad, con un FG envalentonado que ya no se conforma con una jubilación digna (su fondo personal ya supera los 35 millones de euros), sino que quiere seguir en la brecha y dando guerra. Por su parte, desde la otra trinchera los socialistas se preparan. Como ya hemos dicho, esta vez no será Miguel Sebastián quien dirija las operaciones, sino el vicepresidente Pedro Solbes, secundado por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que no deja de hacer preguntas sobre el BBVA. Y la cosa es importante, porque fue Solbes quien detuvo la operación de Sacyr, no para proteger a FG, sino para fastidiar a Sebastián.