Más de dos horas de retraso acumuló el vuelo IB-3171 que realizaba el trayecto Londres-Madrid en la tarde del miércoles. Y la culpa no fue de los controladores franceses en huelga, tampoco de los españoles, sino de la autoridades del aeropuerto de Heathrow, gestionado por la española Ferrovial, que no dieron salida a la aeronave española. Más de una ahora de retraso injustificado que fue denunciado ante los pasajeros por el propio comandante.
Fuentes de la tripulación se quejaban abiertamente de los retrasos injustificados que a las aeronaves de Iberia les producían este tipo de incidentes. Además, la compañía española trata con gran deferencia a su coaligada British Airways en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas, sin que obtenga reciprocidad.
En Ferrovial callan.
Miriam Prat
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