Sr. Director:

Empiece el Sr. Rivilla por clarificarse él mismo para dar mayor comprensión a lo que celebramos. Deduzco por sus argumentos que es muy joven y no sabe que hasta hace pocos años la felicitación usual por estas fechas era exactamente ésta: ¡Felices Pascuas y Próspero Año Nuevo! Por eso, contra lo que dice el Sr. Rivilla, nos da verdadero gusto oír, a los católicos bien instruidos y ya de cierta edad, el felicitar las Pascuas en Navidad.

A él le parece impropio y lo achaca a falta de formación, de instrucción, de práctica religiosa, ideas confusas, imposibilidad de captar los matices y diferencias entre Navidad y Pascua de Resurrección... Muchas gracias, hombre. Después de reprendernos, nos ilustra. La Pascua de Resurrección, dice, la prolonga la liturgia durante 50 días llenos de esplendor. Bueno, añado yo, estamos ya en la 4ª y última semana de Adviento, preparándonos llenos de alegría para la venida del Hijo de Dios hecho hombre.

Lo que ha pasado estos años, Sr. Rivilla, es que nos llegó el Feliz Navidad y acabó con el Felices Pascuas. Consulte el Sr. Rivilla el Diccionario de la Real Academia y verá hasta seis acepciones de Pascua correspondiendo la 2ª a la Pascua de Resurrección y ajustándose la 3ª y 6ª a nuestro Felices Pascuas, tan español. ¡Felices Pascuas y Próspero Año Nuevo, Sr. Rivilla!.

Pilar Sáenz de Santa María

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