La regeneración de una España decadente: ZP camina hacia la tiranía por la demagogia, mientras el PP se instala en el centroreformismo acomplejado y se integra en la derecha pagana europea. Frente a la demagogia de ZP y la cobardía de Rajoy, es el momento de la confesionalidad, de volver a los orígenes cristianos
Para comprar a los sindicatos y que estos, no sólo apoyen a ZP, sino que apoyen una política económica que camina hacia los 5 millones de parados, se les elevan las subvenciones (un 40% en tiempos de crisis). Para comprar el apoyo político que supone su popularidad, se aumentan las subvenciones a cantantes, actores y directores de cine. Para comprar a los editores y el apoyo de sus televisiones se crea un impuesto nuevo a las telecos, se abre la TDT de pago y se salva de la quiebra a sus lebreles, PRISA y Mediapro. Para comprar a los jueces se mima la carrera -y la vanidad- de los magistrados y fiscales más sectarios, a los que se pueda utilizar como ariete contra el adversario. No cabe duda: ZP es el demagogo que compra votos para el Psoe con dinero público.
Más demagogia. Las televisiones aseguran que los parabienes del secretario de Transportes norteamericano, Ray Lahood, sobre la Alta Velocidad Española (AES) significa que se exportará a Estados Unidos. Lo cierto es que el Ave español -tanto en vías como en trenes- tiene poco de tecnología española, pues ha sido 'fabricado' en Alemania, Francia e Italia, principalmente, que serán los principales beneficiarios de los pedidos norteamericanos.
Hasta los socialistas quieren que la central nuclear de Garoña permanezca abierta, pero ZP se empeña en cerrarla para consolidar su imagen verde y progresista.
Y la guinda de la tarta: Opel. Un dibujo somero: 50.000 trabajadores en Europa, la mitad en Alemania, 7.500 en Zaragoza, 5.000 en Reino Unido. El Gobierno alemán ha ofrecido a General Motors y ha intercedido ante Barack Obama para que apruebe la venta de GM-Europa al consorcio Magna. El comprador (ruso-canadiense) ya habla de reducir 11.000 empleos. No hay que ser muy listo para adivinar que si la canciller Merkel ha pilotado el proceso, los puestos a suprimir no serán en Alemania.
Es igual, la TV de ZP asegura que en Aragón está muy tranquilos Lo cierto es que Merkel no soporta a ZP y el Gobierno español no ha participado en las negociaciones -tampoco el Gobierno socialista aragonés-. Por menos de eso, los sindicatos han puesto cómo no digan dueñas al Gobierno laborista de Gordon Brown, precisamente por no defender sus 5.000 puestos de trabajo británicos. En España hay que defender 7.000 pero nadie chista a ZP. Es más, los líderes de las dos centrales mayoritarios, paniaguados por el Gobierno con dinero público, se preparan para apoyar con un comunicado la política económica de ZP, la misma que nos ha llevado a los cuatro millones de parados.
Es la historia de un demagogo llamado Zapatero, un hombre que, en efecto, cuando abandone el poder podrá decir aquello de que a España no la va a conocer ni la madre que la parió. Estará convertido en un páramo.
Enfrente, se encuentra un Partido Popular que ha alcanzado, con un frívolo Mariano Rajoy, las cumbre del centro-reformismo. El PP forma parte hoy de la derecha pagana europea y le irrita hasta la simple mención de los valores no negociables, por ejemplo, d su actitud tibia ante el derecho a la vida. El vídeo de lo ocurrido en Castellón con un militante provida del PP es la mejor prueba de todo lo anterior pero, además, deja claro que si Rajoy llegara al poder no cambiaría ninguna de las leyes progres de ZP: aborto, matadero de embriones u homomonio.
Es el momento de la confesionalidad, concretada en los valores no negociable de Benedicto XVI: vida, familia, libertad de enseñanza y bien común. De cuantos se presentan a las elecciones, sólo el partido Alternativa Española, liderado por Rafael López Diéguez, manifiesta su confesionalidad católica. Por eso, el 7 de junio votaré Alternativa Española. La regeneración de la sociedad española, hoy aturdida y decadente, sólo tiene ese camino.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com