Esos dos grupos, representados por el académico Juan Luis Cebrián, icono del progresismo hispano, y por Jaume Roures -que se autodenomina comunista y anticlerical, aunque tiene mucho más de lo segundo que lo de primero, están practicando la extorsión política y mediática a los bancos. PRISA llegó a deber 6.000 millones de euros cuando valía en bolsa 700. Es igual: no paga y a correr. Ante las presiones del Gobierno se le ha concedido una prórroga de cuatro años sobre los 1.950 millones de euros, sin que corran los intereses. A Mediapro los mismos bancos le han condonado 120 millones de euros de deuda a satisfacer durante 2010 y 2011.
Eso sí, ahora al condonación se le llama refinanciación, una refinanciación permanente que siempre acaba en fallidos.
Esto es una vergüenza nacional: es el control de la opinión pública, o al menos de la opinión publicada, por parte del Gobierno, mientras la oposición y la banca callan.
Ni que decir tiene que PRISA y Mediapro, los dos engendros del Zapatismo, son furibundamente anticatólicos.
Eulogio López
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