El Estado es laico, luego la escuela pública ha de ser laica oímos con cierta frecuencia a promotores de una escuela única y laica.

Sr. Director:

Quienes enuncian este principio lo hacen con la inconmovible seguridad del creyente que confiesa un dogma.

Y tal vez piensen que tienen a su favor la autoridad del Tribunal Constitucional, según el cual: En un sistema jurídico político basado en el pluralismo, la libertad ideológica y religiosa de los individuos y la aconfesionalidad del Estado, todas las instituciones públicas y muy especialmente los centros docentes, han de ser ideológicamente neutrales.

Pero, adviértase en primer lugar, no es al carácter laico, sino aconfesional del Estado al que se refiere el alto Tribunal. Y, en efecto, el Estado español, de acuerdo con el texto constitucional (CE 16.3), no puede decirse laico, en el sentido de laicista, sino propiamente, aconfesional. 

Por lo cual, el argumento con el que iniciamos el escrito está viciado en origen.

José Morales Martín

jomomartin@gmail.com