Cada vez resulta más extraño ver al Gobierno en una posición de firmeza en cuestiones internacionales. En esta ocasión, De la Vega afirmó con contundencia que España no reconoce aguas internacionales a Gibraltar, después de que las patrulleras de la Guardia Civil se hayan visto en problemas ante el acoso de los barcos de la policía gibraltareña.
Por su parte el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, ha tratado de introducir en el foro trilateral cuestiones de soberanía que, según fuentes del Gobierno, no corresponden a este ámbito. El mandatario gibraltareño se muestra cada vez más crecido y trata de ampliar por la vía de los hechos consumados su territorio. Sin ir más lejos, policías de la colonia británica registraron en septiembre un domicilio de San Roque cuando buscaban al autor de un atraco. Desde Moncloa señalan que el ministro de exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se reunirá con su homólogo británico antes de que acabe el año.
Mariano Tomás
mariano@hispanidad.com