- Y una semana después de la Manifestación de la Diada.
- En CIU ya se prepara la respuesta y hay quien piensa en un pulso directo a la Monarquía.
- La llamada a la unidad también ha molestado a los sindicatos y a la izquierda, quienes exigen un cambio radical de política económica.
- Al tiempo, el monarca se nos vuelve relativista: habla de desechar las "verdades en exclusiva".
La Casa Real se nos ha informatizado. Ahora, los discursos han dado paso a los mensajes web. En el Sitio de La Zarzuela se dio el finiquito a la Familia Real y se alumbró la Real Casa, con una foto donde sólo aparecían los tres Reyes: Juan Carlos I (en la imagen), el futuro Felipe VI y la futura Leonor I.
Pero la informatización prosigue. De esta forma, minutos después de que terminara la Apertura de Año Judicial Su Majestad hacía pública en la web una carta a los españoles que no se corresponde con ninguna fiesta ni acontecimiento especial. Supone un llamamiento a la unidad como premisa básica para salir de la crisis. Y resulta que no ha gustado en Cataluña.
En CIU ya hablan a Hispanidad de una respuesta contundente. Eso sí, la Generalitat ha preferido hacer caso omiso de la gran misiva. Sin embargo, en Convergencia hablan de "provocación", un documento de este estilo apenas una semana después de La Diada. Olvidan que la primera función constitucional de la Monarquía es ser garante de la unidad de España, pero el asunto no es ese: el asunto es que, según los nacionalistas es toda una provocación.
Las fuentes del partido de Artur Mas consultadas por Hispanidad tras la publicación hablan de dar una respuesta contundente, una toma de postura que definitivamente posicione a CIU, no ya contra la unidad de España sino contra la Casa Real.
La carta también ha molestado a los sindicatos y a la izquierda política. No les agrada el tono empleado por el rey quien afirma que si no se mantiene la unidad, la coyuntura actual nos puede llevar a la ruina. ¿Unidad alrededor de quién? La izquierda considera que el Monarca exige adhesión a la política económica del Gobierno Rajoy.
Curiosamente, el monarca, rodeado últimamente de asesores de lo más progresista, habla de abandonar las verdades en exclusiva frente a la crisis. Hombre, Majestad, las verdades o son exclusivas o no son verdades. Tan exclusivas y tan absolutas que una cosa no puede ser ella y su contraria. También alude a que no es el momento de "escudriñar las esencias". Hombre, Majestad, las esencias deben ser permanentemente escudriñadas, especialmente en momentos de crisis.
En cualquier caso, no es contra el relativismo contra lo que protestan los nacionalistas, sino contra el llamamiento a la unidad entre los españoles: ¡La que se va a armar!
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com
