Nueva historia de vidas entrecruzadas (cuyo mejor exponente reciente es la oscarizada Crash).

 

En la cumbre nos acerca a la vida de cinco personajes (la mayoría jóvenes) que viven en la ciudad de Nueva York. Isabel (Elizabeth Banks), fotógrafa, está llena de dudas ante su próxima boda. Su madre, Diana (Glenn Close), una afamada actriz y directora de teatro, se entera de que su marido tiene una nueva amante y comienza a percatarse de que la vida promiscua y el matrimonio abierto que eligió no le deparan más que amargura. Alrededor de la vida de estas dos mujeres: la una que aspira a una vida familiar ordenada y la otra, totalmente vacía debido al mal camino andado, se entrecruzan tres jóvenes: Alec, un joven actor, Peter, un periodista, y Jonathan, el prometido de Isabel.

 

En la cumbre, ópera prima de Chris Terrio, está producida por el legendario equipo de Merchant Ivory Productions responsable de películas tan aclamadas como Las bostonianas, Una habitación con vistas, Oriente y Occidente, Regreso a Howards End, Lo que queda del día etc En esta ocasión, el famoso equipo ha dejado atrás las historias de época y ha realizado un drama urbano basado en la obra de teatro Heights, de Amy Fox (que también ha escrito el guión).

 

La película, muy cuidada en su puesta en escena, es interesante en algunos apartados aunque tremendamente amarga en su desarrollo. Deja claro, a través del personaje de Glenn Close (todo un prodigio en su interpretación) que una vida hedonista siempre conduce al fracaso personal. Eso sí, resulta rebuscada y morbosa en todas las subtramas y situaciones. Desde ese famoso artista homosexual que en un alarde de buen gusto proyecta una exposición con los desnudos de todos su ex amantes, hasta el personaje que le da a todo (ya saben, carne y pescado) y que para mayor comodidad consigue que las dos personas con las que mantiene relaciones vivan en el  mismo edificio de apartamentos (una en el 3º y otra en el 5º piso) en la minúscula ciudad de Nueva York (increíble: ¿no?).

 

Al salir de la película una compañera me comentaba: Hemos visto una versión actualizada de Sodoma y Gomorra. No es una mala definición.

 

Para: Los que sean admiradores de Glen Close y no les importe verla en una película dirigida a adultos que no se escandalicen de nada.