Ganadora de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y de mejor guión, En la casa es una película compleja y perturbadora.
Un profesor de literatura, escritor frustrado, está aburrido de la docencia hasta que descubre entre sus mediocres alumnos a Claude, un adolescente brillante en redacción pero con una vida personal deprimente. Esa situación ha llevado a Claude a obsesionarse por conocer desde dentro la vida de una familia normal y feliz como la de su compañero Rapha. Tras colarse en la casa de éste para ayudarle en matemáticas, Claude comienza a redactar ejercicios en principio de observación de comportamientos que pronto derivarán en pura disección cruel. Este voyeurismo insano atrapa al profesor, que se sentirá subyugado y alentará la genialidad de los trabajos de ese manipulador menor colaborando en ese juego creativo perverso.
En la casa resulta una película tan interesante como incómoda, que encierra más de lo que parece. Así, el cruel menor resulta ser todo un escapista porque ha sido criado sin el amor materno mientras que el profesor que no ha tenido hijos pretende volcar en su alumno su herencia intelectual.
Ozon, que adapta libremente la obra teatral El chico de la última fila, de Juan Mayorga, podría haber realizado una película redonda si no le gustase tanto "pisar el acelerador" en situaciones límite. Nadie puede reprochar inteligencia a esta película, que está muy bien narrada e interpretada, pero ese juego entre ficción y realidad traspasa, en algunos momentos, la frontera de lo morboso.
Para: Los que conozcan el cine de Ozon y les guste su particular forma de enfocar los temas