También ha vendido el pequeño, en el que invitaba a José Bono y Eduardo Zaplana, más la opción sobre un tercero, de 70 metros de eslora
Nada de desaceleración acelerada: crisis profundísima. Aquí están las pruebas, Francisco Hernando, El Pocero, se ha visto obligado a deshacerse de su flota de yates. A saber: yate Clarena, 50 metros de eslora que ha vendido al constructor Juan Miguel Villar Mir. Don Juan Miguel, que es muy suyo, propone que el buque funcione con un sólo motor, para ahorrar gasóleo. El estilo es el hombre, y los ricos, es bien sabido, no serían tan ricos si se gastaran el dinero alegremente. Al final, se le ha convencido de que no, de que el buque debe funcionar son su pierna izquierda y con la derecha, con perdón.
No sólo eso, El Pocero también se ha deshecho de su buque pequeño, donde invitaba a gente menos importante, como el actual presidente del Congreso de los Diputados, el socialista José Bono, o el ex portavoz parlamentario del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana.
Y lo más importante: ha renunciado a la opción de comprar de un nuevo buque que le estaban preparando en Italia, esta vez de 70 metros de eslora.
Zapatero puede decir lo que quiera, por eso El Pocero se ve obligado a vender sus buques es que estamos al borde del precipicio.