Destacan la importancia de las elecciones del próximo 14 de abril y llaman a participar "de manera consciente, libre y responsable"Venezuela celebra elecciones presidenciales para suceder al fallecido Hugo Chávez el próximo 14 de abril. Con ese motivo, los obispos venezolanos han realizado algunas consideraciones que ha recogido Zenit.

Los obispos dan "la mayor importancia al evento electoral del próximo 14 de abril" y llaman "a participar en él de manera consciente, libre y responsable". Recuerdan que la reciente Semana Santa fue ocasión de nuevo para pedir "por la reconciliación y unidad del país". "Este es el clima social y político en que los venezolanos aspiramos vivir permanentemente".

"Somos conscientes -dicen los obispos- de que las campañas electorales activan el entusiasmo y la pasión por la propia opción política con el peligro de que se desborden en actitudes intolerantes que llevan a la violencia en el lenguaje y actitudes. Ante estas situaciones apelamos al buen juicio y nobles sentimientos del pueblo venezolano que en otros momentos ha sabido conjugar las diferencias políticas con el deseo de vivir en paz y armonía".

Una paz gravemente dañada en los años de presidencia de Hugo Chávez por la refundación de una república equivocadamente llamada "bolivariana", usando desde el poder las instituciones, del "socialismo del siglo XXI".

Pero los obispos venezolanos también advierten de la manipulación política de la religión, utilizada por el sucesor de Chávez y candidato a presidente, Nicolás Maduro, como con el episodio del pajarito. O la presentación de la figura de Chávez "santificado". El cardenal arzobispo de Caracas Urosa tuvo que advertir esta Semana Santa sobre la manipulación política de la religión: "...no podemos igualar a ningún héroe o líder humano o ningún gobernante con Jesucristo, ni tributarle culto religioso, como a Jesucristo. No podemos equiparar la esfera sobrenatural y religiosa a la natural, terrenal y sociopolítica. Y es muy importante que tengamos esto en cuenta y que así lo digamos, rechazando cualquier nivelación de Jesucristo con personalidades humanas. Jesús es único e irrepetible. Es Dios mismo, solo al cual podemos adorar".

José Ángel Gutiérrez

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