A menos de tres meses para las elecciones legislativas de noviembre en Estados Unidos, -en las que se renovará el Congreso en su totalidad y parte del Senado- la situación es crítica para los demócratas ya que tal y como refleja la encuesta de la agencia Gallup, hoy por hoy el 49% de los electores votarían al candidato republicano de su distrito para el Congreso mientras que el 43% de ellos apostaría por el candidato demócrata.
Entre las causas que explican este declive de los demócratas se puede mencionar la división interna del partido -recordemos el enfrentamiento entre Nancy Pelosi y el portavoz de la Casa Blanca- y sobre todo destaca el profundo desgaste del presidente Barack Obama que cada día ve cómo su popularidad va cayendo dado que los estudios reflejan que los americanos han perdido la confianza en aquel personaje que durante la campaña electoral parecía que iba a ser el mesías que iba a cambiar el país, pero que tras casi dos años en el despacho oval se puede afirmar que ha resultado un bluf, ya que no ha alcanzado las grandes expectativas que se habían puesto en él y apenas ha cumplido las propuestas de su programa electoral.
Todo esto unido a la recuperación de los republicanos hace pensar que probablemente en noviembre los demócratas sufrirán una gran derrota y que perderán la mayoría que han tenido en el Congreso y el Senado desde el año 2006, lo que podría ser muy negativo para el actual presidente ya que si los republicanos recuperasen la mayoría en ambas cámaras tendría grandes dificultades para sacar adelante sus iniciativas legislativas.
Gabriel López
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