El histórico sandinista Bayardo Arce tiene importantes inversiones en geotérmica
Puede que las amenazas del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, sean para consumo interno. Pero puede que no. Ortega amenaza con nacionalizar Unión Fenosa siguiendo el modelo de República dominicana. Un desastre, no sólo porque enviaría un mensaje de ausencia de seguridad jurídica, sino porque la experiencia en dominicana no ha podido ser peor. Frente a una gestión profesional, moderna y eficiente, los cortes en Dominicana son constantes y la gente ya se ha acostumbrado a tener un generador doméstico en su casa.
Además Nicaragua no se puede permitir jugar demasiado. Ha recibido ya más dinero que Alemania tras la segunda guerra mundial, pero el país no chuta. Y eso a pesar de que hay un millón de inmigrantes entre Costa Rica y Miami enviando remesas a los 4 millones de habitantes que quedan en el país. Nada. Por si fuera poco, Nicaragua no paga los créditos FAD, por lo que resulta poco creíble que el embajador amenazase con suspender la cooperación si no se arreglaba el asunto de Fenosa, como afirma Ortega. La cooperación puede suspenderse sencillamente porque es ineficiente.
Fenosa también es ineficiente. Los cortes en el suministro son constantes. Pero lo que pocos saben es que es la eléctrica española la que adelanta a las productoras locales para que quemen combustible, que la producción es escasa y que nunca le devuelven el adelanto. Para colmo, la tasa de mora se sitúa en el 30% y las tarifas llevan congeladas desde hace años.
Pero hay un detalle más interesante. Detrás de los ataques a Fenosa –la gran ONG del país- se encuentra no sólo la demagogia sandinista, sino los intereses económicos del que fuera comandante de la revolución, Bayardo Arce, un desamparado al que se calcula una fortuna cercana a los 50 millones de dólares. No está mal para vivir en un país donde el 90% de la población vive con menos de 3 dólares al día. ¿Dónde quedan los reclamos de justicia social?
El caso es que Arce está invertido en geotérmica, al parecer el gran futuro, porque el país es "una caldera". Islandia también está haciendo importantes inversiones. Estos intereses económicos del ‘revolucionario' Bayarde Arce explican los duros ataques que Ortega se permite dirigir a la eléctrica española.