Un país, un grupo industrial. Mientras España deja que troceen su industria a mayor gloria según dicen- de la unidad europea, franceses, alemanes e italianos tienen muy claro que sus empresas son suyas y que no deben perder su identidad por mucha Unión Europea que exista.
El último caso es claro y viene del centro de Europa, donde Deutsche Bank ha aumentado por encima del 5% su participación en France Telecom. Eso significaría el primer paso para la fusión entre Deutsche Telecom y France Telecom. Al menos, así lo ven los sindicatos franceses, ardientes defensores de la identidad francesa de la teleco en la que trabajan. El rumor había surgido en otras ocasiones y la posibilidad de fusión ha sido desmentida por ambas empresas, especialmente porque no produciría las sinergias deseables en una operación de este estilo. Lo curioso a ojos españoles, repetimos, es este panorama de la UE: bancos y empresas del mismo país actúan unidos y con el fin de mejorar la economía nacional (no europea), mientra los sindicatos defienden la identidad nacional de su empresa.