Sarkozy: "No hemos podido aceptarlo porque consideramos que parte de los problemas del mundo vienen de la desregulación de los servicios financieros"

 

Al cierre de esta edición, permanecen reunidos en Bruselas los líderes de la Unión Europea. Las cosas están así: de los 27 países de la UE, 24 aceptan las nuevas reglas impuestas por Alemania y Francia. Los tres que no las aceptan son: Reino Unido, Suecia y República Checa (estos dos últimos quieren ratificarlo en los parlamentos nacionales). Hungría al final también se ha unido a los otros 23, aunque también consultará a su Parlamento.

¿Qué nuevas normas son esas?

Sanciones automáticas para los países de la zona euro que incumplan el déficit, a menos que tres cuartas partes de los Estados miembros voten contra la medida: todos los países de la eurozona estarán obligados a fijar por ley, a ser posible en la Constitución, un límite de déficit del 0,5 por ciento del PIB. A los Estados miembros que superen el umbral del 3 por ciento de déficit que permite el Pacto de Estabilidad se les aplicarán multas automáticas, a menos que una mayoría cualificada de los Estados miembros se oponga. Y se darán nuevos poderes a la Comisión para que pueda pedir modificaciones en los presupuestos nacionales de los países con problemas.

Más normas: el compromiso de Angela Merkel y Nicolás Sarkozy para que los bancos y fondos no sufran las posibles quitas o impagos de la deuda soberana de un país que, como explicaba el director de Hispanidad, supone que "el necesario ajuste fiscal correrá a cargo del conjunto de los 500 millones de ciudadanos de la Unión, que deberán reducir su nivel de vida".

Y más normas: impuestos en común a corporaciones (empresas) y a las transacciones financieras. Sobre este último punto, decía recientemente la canciller alemana Ángela Merkel: "Coincidimos todos en que un impuesto sobre las transacciones financieras sería la señal adecuada para demostrar que los mercados tienen que contribuir a la recuperación de las economías".

Y he aquí el meollo del conflicto. Porque el Reino Unido no acepta esa tasa a las transacciones financieras, puesto que la 'city' londinense es el mayor foco financiero de Europa. Lo explicaba así el primer ministro británico David Cameron: "Lo que se ofrecía no corresponde a los intereses británicos y por eso no lo he aceptado".

Pero el presidente francés, Sarkozy, le reprochaba: "Para aceptar una reforma de los Tratados a 27, Cameron ha pedido lo que todos hemos considerado inaceptable, un protocolo en el Tratado que permita eximir a Reino Unido de algunas reglas sobre servicios financieros". Y añadía Sarkozy: "No hemos podido aceptarlo porque consideramos que parte de los problemas del mundo vienen de la desregulación de los servicios financieros". Y en este punto no le falta razón al presidente francés, por cuanto la falta de regulación ha creado la mayor burbuja financiera de la historia, mediante la especulación y la avaricia desmedida de unos pocos que ha dado lugar a todo tipo de abusos. Por eso, la tasa Tobin es adecuada para frenar esa burbuja.

Por lo demás, a esta hora los jefes de Estado y de Gobierno de la UE siguen discutiendo los mecanismos financieros para contener el contagio de la crisis de deuda a, por ejemplo, España e Italia.

El borrador de conclusiones prevé que el actual fondo de rescate de 440.000 millones de euros y el fondo permanente de 500.000 millones, que entrará en vigor en julio de 2012, convivan hasta mediados de 2013. El borrador contempla también la aportación de nuevos fondos al FMI para que pueda conceder préstamos a países de la UE en peligro, aunque no menciona la cantidad. Algunas informaciones  señalan que podría alcanzar los 200.000 millones de euros, de los que 150.000 procederían de nuevas aportaciones de la eurozona y otros 50.000 del resto de países.

José Ángel Gutiérrez

joseangel@hispanidad.com