- El Consejero de trabajo Viera podría ser imputado en el caso de los EREs.
- Los socialistas se temen lo peor: que la juez lo haga antes de los comicios autonómicos.
- La Fiscalía anticorrupción de Andalucía cifra en 933 millones de euros la cantidad otorgada de manera fraudulenta.
En el PSOE no les llega la camisa al cuello. Después de que la jueza Alaya (en la imagen) la supermagistrada con club de fans en Facebook que investiga los EREs fraudulentos, decretara prisión sin fianza contra Francisco Javier Guerrero, ex director General de Trabajo de la Junta de Andalucía, los socialistas ponen velas a la escultura de Pablo Iglesias para que la magistrada montaraz y levantisca no impute a José Antonio Viera, exconsejero de Empleo de la Junta de Andalucía, cosa que podría suceder en próximas fechas, antes de las elecciones del 25 de marzo.
Como se recordará, Guerrero ha manifestado que tanto José Antonio Viera como Antonio Fernández, el ex presidente de la Junta, Manuel Chaves o el consejero Gaspar Zarrías, eran conocedores de que los fondos millonarios de las ayudas fraudulentas se repartían discrecionalmente y sin publicidad, de manera que sólo eran conocidos por los "más cercanos a la Administración".
La situación está muy malita. El abogado defensor de Guerrero, Fernando de Pablo, ha pedido a la juez que aparte a la Junta como acusación particular, dado que debe ser designada como responsable civil subsidiaria del pago de las indemnizaciones. El asunto no puede ser más sórdido.
De Pablo, un excelente letrado, fue quien defendió los intereses de "El Cuco", implicado en el caso de Marta de Castillo, por el que fue condenado a tres años de internamiento por encubrimiento. Que un ex consejero de la Junta comparta abogado con el joven que, con la sola aparición de su madre en un programa televisivo, levantó una crisis publicitaria a nivel nacional, no deja de ser la peor propaganda electoral para un partido que aspira a mantenerse en el Gobierno, por mucho que Trinidad Jiménez haya puesto la mano en el fuego por Griñán en el caso de los EREs. Ni aunque le preste la famosa chaqueta de cuero.
Sara Olivo
sara@hispanidad.com