Cuando el diario El País, de Jesús Polanco, no quiere "dar aire" a una noticia, especialmente si se trata de un amigo de
Verbigracia, días atrás El País publicaba una información sobe la actividad económica del nuevo Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, aficionado a enviar recados al fiscal Anticorrupción, Antonio Salinas, en el que se la anima a "interesarse" (genial verbo) por determinados casos. Es así como se han resucitado casos como el de los pagos en especie al equipo reflotador de Banesto que dirigía Alfredo Sáenz. Y es así como nos hemos enterado de que al nuevo fiscal general del Estado le interesa mucho la pensión que se ha auto-adjudicado el presidente de BBVA, Francisco González, y que a finales del pasado año rondaba los 29 millones de euros, en tan sólo ocho años de ejercicio, primero en Argentaria, luego en BBVA.
Ya lo dijo el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla: "Los presidentes de empresas privatizadas sólo tienen que preocuparse de la cuenta de resultados y de lo que piden sus accionistas". Bueno, y también del fiscal general del Estado.