• Se esfuma la última posibilidad de pacto entre los dos grandes partidos para reducir el tamaño del Estado, la principal reforma pendiente.
  • Es una exigencia de Griñán –coaccionado por los comunistas- a Rubalcaba -cada vez más débil en el aparato.
  • Rubalcaba responde llevando la reforma laboral del PP al Tribunal Constitucional.
  • El congreso andaluz del PSOE ha resultado un triunfo absoluto para Griñán (en la imagen), enemigo de Rubalcaba en el aparato.
  • Además, las encuestas no le van bien al secretario general del PSOE, cada día más cuestionado en su propia formación.

El PSOE ha logrado mantener el control de Andalucía por cuatro años más, gracias al apoyo de Izquierda Unida, precisamente de la sección más radical de la coalición, en su día dirigida por el propio Cayo Lara. Y eso tiene un precio.

Precio que se ha dejado ver en el Congreso del PSOE andaluz, celebrado esta semana, y que podemos resumir en dos palabras. Griñán ha vencido y Rubalcaba ha perdido.

De hecho, Griñán dejó claro que el futuro del PSOE pasa por Andalucía y el secretario general del PSOE adoptó su tono más radical. Presumió de la reforma laboral del Gobierno, al tiempo que cerraba las puertas al deseado Pacto de Estado entre las dos formaciones mayoritarias, un pacto de Estado que tiene por objetivo la reforma más importante de todas: reducir el tamaño del Estado en general y de las comunidades autónomas en particular. Rubalcaba, forzado por Griñán y ante la emboscada diaria de Carme Chacón, se refugia en el cuanto peor -para el Gobierno-, mejor -para él-. No hay posibilidad de acuerdo. En tal caso, lo que habrá será sabotajes del PSOE a los ajustes de Moncloa.

Pero es que además, las encuestas muestran que, a pesar del desgaste del Gobierno, el PSOE baja en las encuestas tanto o más que el PP. Rubalcaba está a la defensiva en su propio partido y si Andalucía le exige que se aproxime más al PCE que al PP, lo hará.

Total, que el Congreso del PSOE andaluz ha resultado un éxito para Griñán y para sus socios de Izquierda Unida y un fracaso para Rubalcaba quien se vio obligado a vender la anticonstitucionalidad de la reforma laboral e incluso a mentir: cuando lleguemos al Gobierno derogaremos la reforma laboral". Él sabe que no es posible.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com