Sr. Director:
Hace unos días, apareció en la prensa de EEUU la condena a un año de prisión de un joven norteamericano que atropelló a un pato con su automóvil, mientras éste cruzaba la calzada, según aseguran los testigos, a propósito.
Hace unos días, apareció en la prensa de EEUU la condena a un año de prisión de un joven norteamericano que atropelló a un pato con su automóvil, mientras éste cruzaba la calzada, según aseguran los testigos, a propósito.
Pero los delitos y las sentencias demuestran lo insólito de la justicia humana. La abogada española Mª José Carrascosa ha sido condenada a 14 años de cárcel por un tribunal de New Jersey. El motivo: traerse a España a su hija en contra de la voluntad de su exmarido. Pero si en lugar de secuestrarla se hubiera acogido a las leyes democráticas despenalizadoras del aborto, habría podido acabar con la vida de su hija, mientras la gestaba, sin ninguna consecuencia penal. Y ningún juez la hubiera condenado, porque dar muerte a la propia descendencia es ya un derecho en occidente, pero trasladarla de país a otro, es, al parecer, un acto terrible digno de cárcel. Por cierto, ¿qué vale más la vida de un niño o la de un pato?
María Ferraz